jueves, 14 de febrero de 2008

Un sol en medio de la tormenta

Me encuentro nuevamente frente a la computadora sin saber que hacer, buscando poder de alguna manera distraerme para evitar pensar en las situaciones que me rodean, las cuales no son muy de mi agrado. Y es precisamente por esta razón, que hoy he decidido escribir sobre un muchacho que conocí hace un poco más de 2 meses. Antes de que puedan imaginarse algo, déjenme decirles que se trata simplemente de un compañero de trabajo. (jejeje no les voy a dar el gusto de que piensen que me he enamorado o cosa similar)

Fue el 11 de diciembre, cuando entré a mi nuevo trabajo, que sin saber exactamente lo que, algo en él llamó mi atención. No se si habrá sido su buen sentido del humor, su simpatía o que, pero llegó a sorprenderme. Me pareció un buen muchacho con el cual en ese instante sentí que de repente había chances de establecer una amistad.
Si bien por otro lado veía que era demasiado alocado comparado conmigo, que soy una muchacha super estructurada, o como dijera una vez una psicóloga, una ajustada social (esa fue la definición que dio sobre mi persona vaya uno a saber porque lo dijo), incluso esa locura me pareció divertida.
Luego, con el correr de los días, nos fuimos conociendo un poco más y esa primera impresión que tuve se fue haciendo cada vez más fuerte, pues creo que es un re buen muchacho. La verdad es que me encanta conversar con él, pues no solo me divierto sino que también me ha ayudado a ver las cosas de otra manera. Aun no salgo de mi asombro, pues nunca imaginé encontrarme con alguien así, tan loco y tan consciente a la vez, tan gracioso y respetuoso, tan amable y cariñoso. Pero por sobre todas las cosas, lo que aún me parece mentira es lo bien que me ha hecho y hace hablar con él.

Hoy en día no puedo decir que ya somos amigos, pues sería una declaración apresurada y hasta me animaría a decir que inmadura, ya que por conversar un rato en horario de trabajo no se es amigo pero… creo que por algo se empieza, pues tampoco los amigos surgen de la noche a la mañana.

La verdad es que no se si él leerá esto, pero en caso que lo estés haciendo... aprovecho a darte las gracias por acercarte y preocuparte día a día por mí, has sido como el sol en medio de la tormenta. Cuenta conmigo para lo que quieras.

jueves, 7 de febrero de 2008

¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?

He estado pensando mucho en este tema y la verdad es que considero que no hay una única respuesta, no es cuestión de decir si o no, pues dependerá no solo de cada una de las partes sino también de los objetivos que cada uno tenga.

Un tiempo atrás, yo solía responder sin dudar que si existía dicha amistad, sin embargo hoy, luego de varios tropezones, ya no me encuentro capaz de darles una única respuesta o de tener una postura firme en el tema, sino más bien que les diría que habría que responderse esta pregunta en cada caso en particular.

Si bien yo siempre me mantuve firme en cuanto a cuales eran mis objetivos, está fuera de nuestro alcance el controlar los sentimientos de la otra persona, y es justamente ahí donde se presenta el problema. Lamentablemente he perdido más de un amigo por esta causa, pues se han confundido, pretendiendo de mí algo más que una buena amistad. La verdad es que si bien esto me ha dolido bastante, también me ha servido mucho para aprender en como tratar a mis amigos. Pues no creo que la única persona responsable, si una amistad no funciona, sea el otro sino que pienso que yo también tuve algo que ver. Con el tiempo he podido ver que no es solamente decir “yo se que para mí es tan solo un amigo” sino también actuar de forma tal de no enamorar a la otra persona, ya que hay que reconocer que para los hombres a veces se hace más difícil mantener distancia con una mujer, teniéndola únicamente como amiga y no cayendo en la tentación de buscar algo más.
Es decir, si damos pie, luego… a llorar al cuartito.

Ahora bien, si me guio únicamente por el presente, les diría con totalidad seguridad que si existe, ya que tengo un par de amigos que son realmente lo mejor que me ha pasado en la vida. Con ellos puedo sentirme totalmente libre, pues me conocen como soy, saben lo que pienso antes que lo diga y me quieren a pesar de mis defectos. Entre nosotros nunca hubieron confusiones, aunque si discusiones las cuales creo que han fortalecido nuestra amistad.

sábado, 2 de febrero de 2008

I'm back

Luego de tanto tiempo, me he propuesto volver a escribir, pues la última vez que lo hice fue agradeciéndole a mis hoy en día ex - compañeros de trabajo por el apoyo que siempre recibí de ellos, y desde entonces nunca más me senté frente a la máquina para expresar mis ideas desencontradas, como bien dice el nombre de mi blog.

En este último tiempo he aprovechado mi tiempo libre en salir a caminar a la rambla, pues no solo sirve como ejercicio físico sino también mental, la verdad que cuando dicen “el deporte es salud” tienen toda la razón, ya que tengo que reconocer que me ha hecho mucho bien. Sin embargo, tanto el escribir como el hablar con mis amigos sobre todas las situaciones de mi vida sigue siendo, y creo que lo va a ser siempre, mi mejor desahogo. Realmente no hay nada mejor que sentarse frente a la computadora y dejar fluir las palabras casi sin darme cuenta, como si mis dedos tuvieran vida propia y fueran capaces de expresar lo que hay en mí, o ir a la rambla con termo y mate y compartir un rato con amigos.

Hace dos meses cambié de trabajo, y la verdad es que estaba un poco preocupada por como serían mis nuevos compañeros, como sería mi relación con ellos y como me sentiría al no tener ninguna compañera mujer, además de todas las preocupaciones que uno puede tener solo por el hecho de ir a un nuevo lugar, jeje. Lamentablemente, tampoco tuve mucho tiempo de pensar en todo esto ya que un viernes renuncié al viejo trabajo, al lunes siguiente tenía parcial de matemática, y el martes empezaba, digamos que la preocupación fue de una noche en la cual no pude dormir.

Para mi sorpresa, al día siguiente, me encontré con un grupo de muchachos que se mostraron tan amables como respetuosos en su totalidad. Claro está que la desconfiada de siempre, osea yo, pensó que esto iba a durar un par de días y que luego ya iba a ser un descontrol ordenado por tratarse de una empresa. Pero la verdad, que hoy, luego de casi dos meses de estar allí, trabajando junto a ellos, debo decir que todos siguen siendo como se mostraron ese primer día, amables, respetuosos, serviciales y muy buenos compañeros. Por supuesto que cada uno tiene su característica que lo hace diferente, lo cual hace la cosa mucho más divertida y amena.

De igual modo, mis compañeros y amigos del trabajo anterior seguirán ocupando en mí el mismo lugar que antes, pues nadie se los va a quitar ya que como dije en el post anterior ellos han sido muy especiales para mí y lo seguirán siendo.